'EL RAYO MORTAL'. Daniel Clowes




CRÍTICA LITERARIA

'El rayo mortal'
Autor: Daniel Clowes
Editorial: Reservoir Books (2013)
Páginas: 56



RENACIENDO CON SUPERHÉROES Y NICOTINA

El multipremiado y reconocido Daniel Clowes ha pretendido con ‘El rayo mortal’ aportar un punto un tanto diferente a lo que vienen siendo sus historias, pero sin apartarse de lo que son.  No hay que olvidar que sus personajes son siempre muy parecidos, es más, podría ser el mismo en todos sus relatos. No hay vez que no refleje  un perdedor, egoísta y con vida desaliñada que siempre se refugia en otros semejantes de parecidas características. Son personas que se detestan a sí mismas pero que a su vez no hacen nada por cambiar más allá de lo que son intenciones que se diluyen repentinamente.

Lo bueno y a la vez lo peligroso de Clowes es que se reconoce muy bien su obra, pero tampoco parece explorar nada que vaya más allá. Tampoco es necesario. Muestra su estilo y se mantiene fiel al mismo. Con ‘El rayo mortal’, aunque abundan esos personajes ya vistos, hay un elemento que difiere, y es la creación de una especie de superhéroe. Este cambio es un aliciente más que interesante en una obra que combina a perdedores egoístas y marginados con ese superhéroe que intenta poner orden –cuando quiere y a su modo, o al que le influyen- con todos aquellos que no son lo que han de ser. 

El origen del superhéroe basado en la nicotina no deja de ser un elemento muy original. Contrasta con todas aquellas campañas que exponen lo perjudicial que es este compuesto. En este caso no es que no le mate, sino que le hace más fuerte. Evidentemente siempre tiene que haber unos orígenes en unos experimentos previos de su padre… pero Clowes lo realiza con inteligencia y no lo convierte en ningún tópico.

La influencia, las relaciones familiares, los anhelos sexuales, los abusones, el paso del tiempo, la soledad, el vacío… todo conforma ese mundo que es tan común a todos pero que el ‘superhéroe’ vive con tanta intensidad sin saber nunca si el paso que dará será el correcto. La expresividad del dibujo de Clowes consigue que todos estos matices emotivos estén reflejados sin que resulten demasiado notorios o impostados. La transición episódica y de las propias viñetas es muy interesante y efectiva. Sabe contar muchas cosas en no excesivas páginas. También consigue generar ese estado de inquietud que posee cada acción. La historia está muy por encima de relatar algo concreto, va captando ciertos momentos que combina con las acciones de unos personajes que se desarrollan sin dejar interrogantes. No hay un final que vaya más allá de la soledad, no es una trama clásica, eso se agradece y que no haya supervillanos, claro. 

Clowes sigue siendo fiel a sí mismo, pero aporta un giro que le proporciona oxígeno a su inconmensurable talento.
 
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

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