'FUTBOLISTAS DE IZQUIERDAS'. Quique Peinado


 

CRÍTICA LITERARIA

'Futbolistas de izquierdas'
Autor: Quique Peinado
Editorial: Léeme
España. 2013. 234 páginas



En una de esas giras para hacer caja, la selección española de fútbol se enfrentó el 16 de noviembre de 2013 al combinado de Guinea Ecuatorial. El partido se disputó en la antigua colonia española, que escapó de la dominación europea para caer bajo el yugo de una larga dictadura corrupta que viola sistemáticamente los derechos humanos. Fue un claro intento de publicidad y de legitimación por parte del régimen. Algunos periodistas preguntaron, hubo llamadas al boicot por numerosas organizaciones. Ante este revuelo, los futbolistas repitieron el mismo mantra aprendido: “Nosotros sólo hablamos de fútbol que es lo que nos gusta, no sabemos de política”, exactamente lo mismo que dijeron durante la Huelga General dos años antes.

Quique Peinado narra en 'Futbolistas de izquierdas' un hecho parecido. Ocurrió en los mundiales de 1978, en la Argentina de Videla y los milicos, de los torturados en la ESMA y los miles de desaparecidos. El seleccionador sueco Aby Ericcson respondió con la misma partitura, y no sólo ante la situación política, sino frente a quien le preguntó por Daynar Hagelin, ciudadano sueco desaparecido por la Junta. Lo mismo responderán los franceses, los holandeses y los españoles. Ninguno supo nada.

Y es que el fútbol no es terreno abonado para el arraigo de las ideas izquierdistas, al menos en la élite y menos ahora, puesto que como dice en uno de los relatos, el de Kurt Aeschbachen, ex futbolista del Basilea, el fútbol moderno aísla y separa al futbolista de la realidad convirtiéndolo en un producto.

Partiendo de estas premisas, Quique Peinado hace una crónica de los ejemplos de futbolistas que a lo largo de la historia rompieron ese aislamiento y adoptaron una posición más o menos comprometida con las opciones políticas de izquierda y opositoras al sistema, un repaso que siempre se dejará a alguien fuera o a algún lector le podrá chirriar algún nombre -es imposible hacer la lista perfecta-  pero que recoge casi todos los ejemplos posibles. Desde el del futbolista famoso, Sócrates, hasta aquel que apenas disfrutó de algún año de éxito moderado, Ricardo Zampagna. Del militante más comprometido, incluso con la lucha armada, hasta el más moderado. De quién logró salir airoso al que fue marginado o asesinado, sin olvidar las experiencias colectivas de equipos como el Corinthians, Göteborg o Sankt Pauli.

Y lo hace desde un estilo ágil y ameno, que a veces puede recordar al Enric González de 'Historias del Calcio', donde los datos históricos se van introduciendo sutilmente en la narración, incorporándose a ella. Un libro escrito desde una posición militante de denuncia política, en el que a través de un excelente trabajo de documentación el autor se acerca a esos gestos de rebeldía y señala la servidumbre del fútbol con el poder.

Pero no es una militancia sectaria. El libro no apela a purezas ideológicas y de acción. Después de todo, en 2012, una de las hijas de los hombres fuertes de la dictadura argentina se convirtió en reina de Holanda, no se puede pedir a los futbolistas lo que los dirigentes no hacen. 'Futbolistas de izquierdas' no mitifica ninguna de las acciones, al contrario, desmonta mucho de los mitos de la izquierda que tiene en el mundo del fútbol (Sindelar, excelente jugador austriaco, nunca negó sus ideas socialistas y jamás renegó de sus amigos judíos, pero probablemente no se mofó de Hitler en un partido), los desmonta pero jamás rebaja su valor. Porque 'Futbolistas de izquierdas' es un relato, casi escrito con ternura, de los que soñaron con algo distinto, que ese algo que se pedía, que se pide, en las calles, también ocurriera en el césped y en los vestuarios, que el fútbol dejara de ser un juguete en manos de empresarios y dirigentes y volviera al pueblo, a sus trabajadores, aunque fuera con una risa como la de Pahiño o con el gesto digno frente al dictador de Caszely.

BENJAMÍN JIMÉNEZ

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