'FARÁNDULA'. Marta Sanz

CRÍTICA LITERARIA

'Farándula'
Autora: Marta Sanz
Editorial: Anagrama
Páginas: 231

MANIDA COLECCIÓN DE TÓPICOS

Son ya bastantes ediciones en las que el finalista del Premio Herralde de Novela es más interesante que el ganador, hecho que resulta cuanto menos llamativo. Con su premiada ‘Farándula’, Marta Sanz se adentra en una historia tan manida que se ahoga en su principio para no avanzar prácticamente nada en sus 231 páginas.  La polifonía de voces empleada es desigual. El desequilibrio que se establece en sus respectivas tramas no tiene repercusión alguna que vaya más allá de esos lugares comunes que se dan en el teatro y en lo que se supone de él. Más bien, parece ser un conglomerado de anécdotas que juega a cambiar nombres que resultan reconocibles en la actualidad. ¿Casualidad? Difícil. 

El aparente sarcasmo instalado en cada página no resulta eficaz ni posee originalidad alguna. La historia se dispersa sin llegar a ningún lado y tanto los personajes como las subtramas pierden  ese interés que ni siquiera llegan a tener. Hay una pretenciosidad por parte de la autora de contar algo diferente sin que esto suceda.  Existen momentos de intimidad que son buenas ideas, pero que quedan distorsionadas y todo termina resultando demasiado fácil. Hay heridas que también se enuncian, como la expulsión de Ana Urrutia, pero no se ahonda en las mismas. Se percibe un descuido en el desarrollo situacional. No ayuda tampoco el hecho de que los personajes parezcan a la deriva en su desfile de tópicos y que la historia quede varada en aguas turbulentas y reincidentes. 

El camino de Marta Sanz últimamente viene siendo mermado de calidad. Su desigual ensayo ‘No tan incendiario’ (2014) y su irregular libro de poemas ‘Cíngulo y estrella’  (2015) no dejan ese resuello talentoso que siempre demostraba la escritora. Eso sí, los premios y la notoriedad mediática parecen avalarla. 

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ