'CAPTAIN FANTASTIC'. ¿Otro mundo es posible?



CRÍTICA DE CINE

'Captain Fantastic' (Matt Ross. Estados Unidos, 2016. 118 minutos)

El premio recibido por 'Captain Fantastic' en Cannes, mejor director en la sección Un Certain Regard, avala una cinta que debe tomarse en consideración, pero no por ello ensalzarla más de lo que en realidad es. ‘Captain Fantastic’ no deja de ser un producto un tanto peculiar pero no rompedor. Existe un guiño final a la corrección, una moraleja que posiblemente es la que le haya hecho tener esa aceptación comercial tan imprescindible en cualquier apuesta que quiera campear por los cines del mundo entero. 

Revelarse contra una sociedad podrida en casi todos sus estamentos es lo que ha llevado a una familia muy numerosa a intentar combatir la convencionalidad establecida e intentar un plan B. Escapar de una sociedad para demostrar que se puede estar mejor sin ella y transformarse en seres humanos más preparados para la vida. Ben, cabeza de familia, lleva diez años intentándolo. A sus hijos les enseña a cultivarse en todos los campos vitales a los que pueden enfrentarse. Desde la caza a la defensa personal pasando por la cocina, el estudio y la disciplina. Todos duermen en literas en un enclave idílico en el que trabajan una rutina donde parecen ser felices. Matt Ross les filma en esos quehaceres diarios. Su destreza se agudiza y se adaptan a cualquier medio, ya sea intelectual, de batalla o simplemente vital. Todos residen en esa comuna con ecos prehistóricos -aunque de salón confortable-. 

Se plantea con seriedad, pero hay cabida a la sonrisa, fundamentalmente con ciertas discusiones dialécticas en las que marxismo siempre impera como telón de fondo. Su contacto con el llamado “mundo real” es lo que les obliga a salir de su enclave y de ese modo poner en práctica esa educación para así enfrentarse a un contacto que no viene descrito en los libros. La película vira para transformarse en una 'road movie' en la que se aprecian las primeras fisuras en el compromiso de la propuesta de aislamiento.

El contacto con semejantes, la herida reciente, el fallecimiento, un pasado no tan idílico y la derrota, cobran protagonismo para instalarse en la incomprensión de un padre que contempla cómo los cimientos en los que creía se tambalean. ¿Es todo un error? Esa parte utópica es la que poseía la trama para conseguir que ‘Captain Fantastic’ fuese diferente. Sin ella todo decae.

La dirección de Matt Ross es notable y consigue filmar sin abusar de los excesos. El problema reside en que su historia se ve abatida por cierta formalidad final que sesga el desarrollo original planteado. Los entresijos familiares se exponen, agudizan o resuelven -en apariencia- de un modo sencillo que resta fuerza a ciertos planteamientos morales que se tenían integrados en la unidad familiar. Esto puede entenderse como una grieta, aquella que ofrece luz al aislamiento. Decisión que es correcta, de acuerdo, pero no valiente. 

El equipo actoral es sobresaliente. El casting realizado es una auténtica proeza y en gran medida el éxito de la película se debe a esa coherencia interpretativa. No hay fisura alguna en ese apartado, de ahí que no convenga destacar a ninguno por encima de los demás. 

‘Captain Fantastic’ tiene su mejor aliado en la irreverencia. Una pena que madurase y perdiese frescura.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

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1 Comentarios

  1. Hola, Iván:

    Soy profesora de español de una universidad de Reino Unido y quería comentarte que estamos trabajando con tu cortometraje "Reconocerse 04". ¿Me puedes pasar un e-mail para que te hable un poco sobre el proyecto? Mi correo es rosa.alonso-perez@shu.ac.uk.

    Millones de gracias,

    Rosa.

    Rosa Alonso Pérez.

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