'ASÍ EN LA TIERRA COMO DEBAJO DE LA TIERRA'. Antifaz vital

                                                 


CRÍTICA LITERARIA

'Así en la tierra como debajo de la tierra'
Autor: Ana Paula Maia
Editorial: Eterna cadencia.
Páginas: 192

Para Andrés del Arenal

La obra de Ana Paula Maia es compacta y arriesgada. En la actualidad  -sin contar tomos de diarios y autobiografías- junto a Javier Maqua y Eduardo Halfon, conforma un corpus compacto integrado por piezas de un mismo puzle. Se puede aseverar que estos escritores componen una obra grande secuenciada. Todo es un continuo pero a su vez se puede leer de forma independiente que nada en la obra se ve resentido. 

Su última obra, 'Así en la tierra como debajo de la tierra' concluye cuando comienza su novela 'De Ganados y Hombres'. ¿De dónde viene Bronco? El penal en el que todo se desarrolla está alejado de cualquier realidad. Un lugar olvidado en medio de ninguna parte. Los flashbacks se emplean con sutileza e inteligencia. Son píldoras de información que influyen directamente en el carácter de los personajes. No existe el concepto propio del miedo, simplemente es no esperar nada. Nuevamente los animales están muy presentes: esa muerte del perro al comienzo, los caballos y las hormigas. Todo es muerte y putrefacción. No se queda solo en ello, sería demasiado sencillo. La trama carcelaria avanza. Existe el anhelo de libertad y todo se entrecruza con el deseo de vida en esas cacerías de presos organizadas por el cruel Melquiades. La muerte en esa tobillera que presuntamente explota pero que ninguno lo sabe con certeza aviva el deseo de llevar los planes en otro lugar, en otro instante. ¿Hacia dónde ir? Su estilo directo genera tensión y asfixia. La trama termina por evolucionar para transformarse en una guerra por la supervivencia. Hay ecos de aspectos de la narrativa de Rubem Fonseca, pero Maia consigue ser aún más seca en lo que expone. 

La escritora brasileña es una narradora portentosa e infalible. Su poder visual no necesita de una prosa farragosa y eterna repleta de una adjetivación vacua. Su poder de concreción, el ahogo, la rabia y la espera como angustia. Una visita que todo lo cambiará en el penal. Una cacería humana que modificará el orden establecido. Muerte, subsistencia y llevar a cabo esos planes meditados. La escritura precisa, solvente, audaz e ilustrativa de Maia le posiciona cómo una de las voces magistrales en el panorama narrativo actual.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ