'DA 5 BLOODS'. El Vietnam excesivo de Spike Like



CRÍTICA DE CINE

'Da 5 Bloods: Hermanos de armas' (Spike Lee. Estados Unidos, 2020. 156 minutos)

La indiferencia se opone abiertamente al cine de Spike Lee. Por mucho desconocimiento previo que haya de la sinopsis, ante una película del director estadounidense se sabe que habrá reivindicación, lucha política, una ideología firme y un ensamblaje técnico para dar cobertura por debajo a un discurso fiero. El paso de Lee por Vietnam se ajusta a estas coordenadas y apunta al exceso, convertido en una peripecia casi alucinógena. Se está ante un desconcertante cruce de géneros y estilos visuales que hacen de su visionado una experiencia repleta de contradicciones y en todo caso apasionante. 

A ‘Da 5 Bloods’ no le falta el altavoz para gritar su mensaje. Es una producción que corre en paralelo a la actualidad y es heredera de una larga tradición de denuncia de la desigualdad racial en los Estados Unidos. Lee introduce desde el ‘Black Lives Matter’ hasta fragmentos de discursos de Martin Luther King o Malcolm X. Es simbólico que la película arranque con unas declaraciones de Mohamad Ali hablando de la estupidez de que un hermano negro fuera a matar a Vietnam en nombre de un país que le seguía maltratando. Hay así un aliento constante de estar ante algo épico y sobredimensionado arropando y minimizando la historia grupal que hay en su interior, como estar ante una obra magna contra el racismo por la abundancia de registros documentales que van salpicando su desarrollo. Al mismo tiempo son constantes las referencias, la mayoría en clave irónica con demoledora carga de fondo, a tantas testoterónicas –y pálidas- aproximaciones de la industria del cine a la guerra de Vietnam, el otro gran tema. Lee, en un guion que llevaba casi diez años rehaciéndose, reparte dardos para todos los gustos –francófilos abstenerse- y el espectador se divertirá descubriéndolos. 

Fuera de todas estas capas aparece el relato principal, el de cuatro veteranos del Vietnam que regresan en la actualidad al país asiático a buscar los restos del quinto compañero caído en combate y recuperar unos lingotes de oros que dejaron enterrados. Es otra triste historia de personajes devastados por su participación en una guerra, redobladas estas secuelas por los conflictos raciales existentes en su propio país. Lee no se muestra complaciente en el retrato del cuarteto protagonista, ex combatientes hastiados de vivir con baile de fantasmas alrededor y que vuelven a Vietnam para purgar pecados y dar algo de brillo en forma de oro a unas vidas descompuestas. Tampoco el hijo de uno de ellos, personaje-símbolo que representa a ese relevo generacional tan necesario, se salva de cierta ingenuidad. ‘Da 5 Bloods’ salta del drama al género bélico e incluso a la comedia –el trazo grueso de algún personaje así lo indica, casi paródico en las referencias trumpianas-, se acerca a lo documental en diferentes tramos y es cuando se fija en la psique de los protagonistas y algún secundario –“si has vivido una guerra sabes que nunca se acaba”- cuando alcanza su mayor interés dentro de un guion que tira sin tapujos por la casualidad en determinadas resoluciones y que sale torturado por una duración excesiva. 

Spike Lee ha dejado su particular versión de la guerra de Vietnam, fiel siempre a unos innegociables postulados éticos que se han visto endurecidos durante el mandato de Donald Trump. El resultado es un espejo con el que mirar a una problemática que sigue golpeando en la actualidad y a la forma de encararla desde la resistencia colectiva, como está demostrando la fortaleza del movimiento ‘Black Lives Matter’. Poco ha cambiado el panorama, por lo demás, a pesar de los años transcurridos entre una guerra, ya terminada, y otra que, como se infiere de ‘Da 5 Bloods’, todavía tiene kilometraje por cubrir. 

RAFAEL GONZÁLEZ TEJEL

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