'REC 3. GÉNESIS'. La boda cadáver

CRÍTICA DE CINE

'REC 3. GÉNESIS'
Paco Plaza (España, 2012)

La irrupción de ‘REC’ (2006) sobresaltó el sosegado estado de ánimo del terror hecho en España. La fórmula, tan sencilla como eficaz, funcionó, se exportó y generó una nueva línea de creación en el género. Atrajo así a una generación de cineastas curtidos en el corto que vieron en el terror una vía para modelar su carrera.

‘REC’ hizo temblar al espectador desde la sorpresa. La continuidad estaba asegurada. El problema de ‘REC 2’ estuvo en las expectativas creadas y la necesidad de obtener respuestas. El resultado no estuvo a la atura, decepcionó al adentrarse en terreno místico, un campo de minas para aquel espectador que solo pedía diversión.

La tercera parte de ‘REC’ trata de recuperar la frescura que irradiaba la primera. Ya no está Balagueró al mando, sino su lugarteniente Paco Plaza, un director que sabe dotar de personalidad a sus productos aunque sean encargos, como demostró en ‘Cuento de Navidad’, de lo mejor de aquel proyecto fallido que fue ‘Películas para no dormir’. Su ‘REC 3’, mal apellidado ‘Genesis’ –su visionado es alternativo y no imprescindible para disfrutar de la saga- se acerca más a la comedia sociológica que al terror. Rebosa tanta sangre como irreverencia, y en tiempos en los que los zombies se toman muy en serio (el caso de la excelente serie ‘The walking dead’), opta por el entretenimiento sin dobleces ni trampas. 

En realidad hay dos películas en una en ‘REC 3’, tanto a nivel de formato como de género. La primera recurre a una de las premisas básicas de la saga, la cámara al hombro. Es patrimonio sociológico, con el certero retrato de lo que supone una boda en España, con todo lo que conlleva de terror para muchos. La orgía de sangre se desata a la media hora, ya planteado un radical cambio de estilo. ‘REC 3’ pierde los frenos, se quita el disfraz y, en plan videojuego, se lanza directa hacia la catarsis final. Ya no hay respiro, los personajes no se desarrollan y la única tregua se firma para dar unos cuantos capones al afán recaudatorio de la SGAE en forma de los personajes del inspector de la entidad y de Johny Esponja.

Entre novias con motosierras, guiños a las cruzadas, chascarrillos inofensivos y, por todo lo alto, el amor que se profesan los protagonistas, ‘REC 3’ se diluye rápidamente dejando una estela de sangre que desaparecerá, sin remedio, al poco tiempo de ser vista. Si bien reinstala los ejes de la saga, desordenados en la secuela, no deja cerrado el interrogante que abre en su interesante desdoblamiento: la posibilidad de que el terror esté en su modélica primera parte, una boda como cualquier otra, y no en su segunda. 

RAFAEL GONZÁLEZ

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1 Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo. No puedo considerarla mas que como una aceptable pelicula de zombies.habra que esperar a rec 4 para ver si consiguen volver a sorprender

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