
CRÍTICA LITERARIA
'¿Cómo debería ser una persona?'
Autora: Sheila Heti
Editorial: Alpha Decay
Páginas: 312
Año: 2013
ARTISTEO ENVUELTO EN FRIVOLIDAD
El pretencioso título de la novela está en consonancia con su argumento. Las digresiones mentales de la autora/protagonista se siguen con desinterés a lo largo de toda la obra. Su estilo es sencillo y permite que la lectura resulte fluida. Otro asunto muy diferente es la trama. Pretende jugar a dar consejos morales repletos de arte a lo largo de reiteradas conversaciones entre ella y sus amigos. Todos se comportan como niños caprichosos y mimados que juegan a fabular con sus presuntas destrezas artísticas y a condenar al resto de seres humanos que no piensen cómo ellos.
Entre juegos de crear obras feas y no cumplir con encargos de obras teatrales, la autora/escritora transcribe con una grabadora cada acción y conversación. Por momentos parece atreverse a mezclar géneros y no faltan acotaciones aparentemente teatrales. Esto ofrece cierto dinamismo, se incluyen también mails y consejos en forma de libro de autoayuda. Las conversaciones acerca de las opiniones de los amigos, muestran un buen ejemplo de demagogia y frivolidad y dejan constancia de una inmadurez tan papable como casi insolente. La supuesta amistad de la autora con su amiga Margaux –pintora reconocida a la que dedica el libro- es una muestra más de la falta de confianza que tienen la una y la otra. Por momentos la autora pretende hacernos creer que son las mayores amigas del mundo, pero más bien, es un claro intento por autoconvencerse de que realmente hay amistad.
Cuesta comprender que el texto se haya convertido en un acontecimiento en Francia. Nada en él muestra algo que sea original. Quizá las referencias a grandes felaciones y el esperma en el rostro de la autora pueda haber llamado la atención. La novela expone sin cautela una completa muestra de caprichos del grupo de amigos (trabajar en peluquerías, irse a nueva York, exponer cuadros feos, drogarse para ser creativas y más amigas) ilustrados por diálogos tan inverosímiles como pedantes: ’yo aspiro a crear un sentido completo en el arte’.
La fragilidad de la estructura y el vacuo contenido no son más que una muestra de un extraño chovinismo de una autora que sin duda alguna ha hecho un regalo a sus amigos para convencerles de una vez por todas de que realmente son personas ’súper-especiales’.
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ
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