'HÉCUBA'. Un gran espectáculo visual



CRÍTICA DE TEATRO

'Hécuba'
Autor: Eurípides
Adaptación: Juan Mayorga
Dirección: José Carlos Plaza
Festival Internacional de Teatro Clásico Mérida 2013

La increíble humanización a  la que Eurípides se acerca en la construcción de sus personajes, -adelantándose tantos siglos, casi hasta el XIX, en el planteamiento sicologista de su trazado-, encuentra una hábil versión en la 'Hécuba' de Juan Mayorga, recreada y llevada a escena por uno de nuestros más grandes directores de puesta en escena, Jose Carlos Plaza, y producida por Pentación. Jesús Cimarro, su director, y responsable del Festival de Teatro de Mérida, logra un nuevo éxito, tanto con este montaje, como con la organización del Festival resucitado gracias a su esforzada gestión.
'Hécuba' es ante todo y sobre todo, un gran espectáculo visual, de una enorme belleza plástica: la escenografía (del propio Plaza),  y la iluminación de Toño Camacho, junto con el vestuario de Pedro Moreno, tan atemporal y tan de época al mismo tiempo,  a quien con el paso de los años no sólo no se le agota la imaginación, sino que en cada espectáculo sorprende con su creatividad en el diseño, envuelto todo en la música y en el espacio sonoro de Mariano Díaz y el maquillaje de Juan Pedro Hernández.
El reparto, encabezado por Concha Velasco, impecable y contenida, aparece coralmente armonizado. Y en él, Alberto Iglesias destaca ofreciendo la credibilidad de un Poliméstor que de asesino y villano se convertirá en el profeta que anuncia el cruel destino que aguarda a quienes le rodean, el único destino que puede esperar a quienes ejercen la violencia. Los textos fluyen desde el escenario, sorprendentemente actuales en torno al absoluto absurdo de las guerras, de cualquier clase de guerra. 
Por mucho que siglo tras siglo quieran justificarlas con grandes palabras patrioteras, tan vacías,  quienes las provocan y quienes de ellas se benefician a costa de quienes directamente las sufren, la única realidad es que la violencia siempre es injustificable, se ejerza en nombre de quien se ejerza. La violencia sólo genera violencia, sólo constituye un sinsentido, el más absurdo, estúpido y cruel sinsentido.
CARLOS ÁLVAREZ-NÓVOA (Firma invitada)

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