'MAPA'. El vacío, las relaciones


CRÍTICA DE CINE

'Mapa' (Leon Siminiani. España, 2012. 85 minutos)

León Siminiani ha realizado un falso documental que no invita al optimismo de un género que ha tenido de forma reciente hallazgos más que reseñables (‘Cravan vs Cravan’, de Isaki Lacuesta), pero que actualmente deambula sin un destino claro. ‘Mapa’ no es más que una sucesión de imágenes mareantes que el propio Siminiani dirige, escribe y protagoniza con igual desacierto. Desde su voz en off, cargante e impostada, se asiste a una amalgama de detalles autobiográficos del director en un viaje que pretende ser de búsqueda y que lo máximo a lo que llega es a una sucesión de vacuidades envueltas en un poco estimulante diario fílmico.

Ese ‘yo’ que se pretende reencontrar en la India no deja de ser otro atisbo de intentar vivir o revivir los pasos de otro personaje al que el protagonista de la historia descubre que ama así, de repente. No hay ningún tipo de originalidad en la idea planteada, tampoco en el modo de realizarla. Planos sueltos que son montados por esa voz engolada del propio Siminiani, que por momentos parece no aceptar quién es y ofrece la sensación de convertirse en un ser sentimental inseguro y caprichoso. Esto también  es una característica en los personajes femeninos que le acompañan en sus desventuras.

El componente metaficcional no tiene mucho sentido y tampoco plantea un acierto de montaje que no sea lo ya visto en sus cortometrajes. El problema no es que su vida sea un melodrama envuelto en pretensión, sino que su prisma de director no logra levantar un ritmo desacompasado y carente de matices. Los impulsos en la vida del protagonista son los que van marcando sus pasos. Nunca obedecen a una búsqueda real sino más bien a un juego de indagación vacío.

La obsesión por filmar es lo más reseñable, no duda hacerlo en situaciones escabrosas, como bien puede ser el traslado en ambulancia o la recreación de lo que fue su accidente de coche. En esos casos parece que el protagonista por una vez es fiel a sus obsesiones. Esto no dura demasiado y nuevamente ofrece ese catálogo de amistades y juegos de personalidades que dejan claro la pretenciosidad de un proyecto que nunca despega.

I. CERDÁN / R. GONZÁLEZ

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