'LIBERTAD'. Jonathan Franzen


 

CRÍTICA LITERARIA

'Libertad'
Autor: Jonathan Franzen
Editorial: Salamandra
Páginas: 611
Año: 2011


'Libertad' es un retrato literario de la reciente sociedad norteamericana previo a la crisis económica.  Jonathan Franzen cuenta la vida de una familia que se mira a sí misma, de clase media, creada en los años 80 y compuesta por Walter, ecologista y de procedencia humilde que trabaja para una compañía de carbón, y Patty, ex-universitaria y ama de casa de procedencia adinerada. Sus hijos, Joey y Jessica, estudiantes universitarios, apenas se comunican entre sí y crecen abriéndose hueco en un mundo lleno de yankies, es decir, en un mundo lleno de posibilidades.

Un tercio de la novela lo constituyen las memorias de Patty, escritas bajo consejo de su psicoanalista, y por las cuales descubrimos, cual agujerito, los capítulos más eróticos y truculentos del libro. Porque si algo funciona con verdadera pulsión y sin ambages en la novela es el dios sexo, que  los personajes apenas pueden racionalizar, aunque quieran o deban.  El sexo como dilema. La puerta hacia él son los tres satelites que giran en torno a la familia, por un lado Richard Katz, íntimo amigo de Walter desde la universidad y estrella de rock. Por otro, Jenna, la hija exuberante de un republicano y amiga del hijo Joey, y finalmente Laethia, una bella joven que trabaja con Walter en un proyecto ecologista de corte conservacionista.

En las más de 600 páginas que conforman 'Libertad', la palabra Dios o inquietud religiosa es apenas inexistente. Sí,  los republicanos en la novela son judíos pero esto apenas afecta a su manera de ser, o al menos ellos no le dan excesiva importancia. Los personajes se relacionan con el medioambiente, ocupando buena parte de la historia, bien a través de los animales (pájaros y gatos), de la flora o del paisaje rural o urbano. Este contexto medioambiental, -ninguna gran novela norteamericana ha prescindido de él, desde Thoreau, hasta Updike o Phillip Roth- , se une a las ideas políticas que la recorren, traspasando la dicotomía entre republicanos y democrátas, volviéndose ésta más imprecisa según conocemos la manera de pensar y actuar de los personajes. Lo que está claro es que todos dinamitan y reconstruyen sus convicciones a base de pasiones ocultas y transferencias bancarias.

La última novela del autor de 'Las correcciones' (2001) termina justo al final de mandato de la era Bush, lo que la sitúa de antemano, como literatura de la inmediatez, presente, nacida al compás de un telediario o un periódico, el New york Times o la cadena NBC. Los acontecimientos, desde las acciones más pueriles y absurdas hasta las más relevantes, son narradas desde varios puntos de vista, lo cual refleja la inteligencia moral del autor.

Un libro que, a pesar de su profundo regionalismo yankie, no resulta lejano para un lector europeo, tan acostumbrado (¿cada vez menos?) a la cultura literaria y audiovisual norteamericana. Ambas sociedades se han reflejado mutuamente a lo largo del siglo XX y las condiciones sociales y económicas bajo las cuales vivímos son, hoy más que nunca, dos caras de la misma moneda, aunque no comamos crema de cacahuete, aunque no preguntemos en nuestras fronteras si alguien va a atentar contra los presidentes de Europa, aunque tampoco sepamos realmente lo que significa la palabra libertad.

FRANCISCO VALERO

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