'FELICES 140'. Si quieres un amigo cómprate un perro



CRÍTICA DE CINE

'Felices 140' (Gracia Querejeta. España, 2015. 98 minutos)

Que Gracia Querejeta haya intentado dar un vuelco a su cine ya es un signo de valentía. Se ha quedado en tentativa, pero es posible que sea el inicio de algo. Pese a diversos premios que hayan tenido las películas de la directora, no había duda en que se había acomodado en un lugar que podía estar situado en medio de ninguna parte. Las historias que viene realizando Querejeta se pierden en una pretenciosidad que terminan siendo muy poco, como ya le ocurrió con ’15 años y un día’. ‘Felices 140’ apuesta por una historia más oscura, en la que Elia –Maribel Verdú- reúne a familiares y amigos para celebrar su 40 cumpleaños. Para tal acontecimiento, decide hacerlo a lo grande y alquila una casa rural de lujo para que todo salga según lo previsto y así poder dar la gran noticia. 

Con ‘Los amigos de Peter’ (1992) como telón de fondo, la propuesta escrita por la propia Querejeta y Santos Mercero pretende jugar en varios géneros para irse recrudeciendo hasta el asfixia. El mundo podrido de la amistad, el dinero, el amor fallido, el maltrato, el egoísmo, la avaricia, la frustración, la decepción, los celos y la falta de honestidad,son los ingredientes que forman parte de esa reunión. 

El ritmo es muy desigual. La introducción es tremendamente larga. La presentación de personajes no aporta gran cosa y su estructura se vuelve previsible y reiterativa. A medida que avanza el fin de semana, ese poderoso caballero que es Don Dinero comienza a cambiar las máscaras de los invitados. Su infelicidad asumida o no se convierte en ese protagonista que sirve para que Querejeta se adentre en la habitación de cada uno y se escuchen sus conversaciones con una misma intencionalidad: mejorar a costa de otro. 

De este modo, las rencillas comienzan a florecer, pero en ese instante la película proporciona un giro para recrudecer aún más la propuesta. Ese avance es ligeramente torpe, sencillo e ineficaz, en ningún momento consigue el impacto esperado. La dirección y la iluminación no apoyan los giros textuales. No hay algo que visualmente indique un avance. Se apuesta por planos cómodos y por una luz que jamás acompaña a lo planteado. La pulsión enfermiza por el dinero y por pisar la supuesta amistad parece tener un referente en ‘Sé lo que hicisteis el último verano’ (1997) que es la que parece guiar ciertos acontecimientos. El problema es que la tensión y asfixia de un momento tan cruento no se percibe. Todo es demasiado frío y lo previsible se instala en esa amalgama de sentimientos vacíos. Solo el sobrino de Elia  aporta ese grado de cordura al asumir qué siente y anhela, los demás personajes están desarrollados para buscar cierto impacto,  que no llega. 

El reparto es desigual. Todos los actores son buenos, pero los roles desempeñados no son los más correctos. Marian Álvarez es una grandísima actriz, con un papel poco apropiado para ella, consiguiendo que se le reste gratuitamente un potencial que merma a la película. La escasa naturalidad de Alex O´Dogherty sitúa a su personaje en un bucle vacío. Antonio de la Torre tampoco ofrece mucho. Nora Navas sigue demostrando su valía y su buen hacer en cualquier papel. Eduard Fernández se acomoda en su personaje sin ofrecer un paso más. Ginés García Millán es el más solvente y creíble en el rol de ex pareja de la anfitriona. Ese pasado podría haber tenido un protagonismo mayor, pero se decidió crear una antagonista para tal unión, restando fuerza a lo planteado. Maribel Verdú está correcta pero no es acorde con el pasado de Elia, que sí poseía mimbres para dar ese giro que siempre se enuncia pero que jamás llega.

‘Felices 140’ parte de una premisa interesante, pero su excesiva corrección ahoga la película en un mar tan calmado como carente de intencionalidad.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

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