PALOMITAS AL CUBO. 'Ted 2', 'Ant-Man', 'Misión Imposible: Nación secreta'


CRÍTICAS DE CINE

'Ted 2' (Seth MacFarlane. Estados Unidos, 115 minutos)
'Ant-Man' (Payton Reed. Estados Unidos, 117 min,)
'Misión Imposible: Nación secreta' (Christopher MacQuarrie. Estados Unidos, 131 min.)

Lástima enorme que Seth MacFarlane se haya querido poner estupendo y demagogo en la esperada secuela de ‘Ted’ (2012). Si ‘Ted’ rebosaba frescura e incorrección, esta segunda parte se muestra pretenciosa y dispar. Apostar por los derechos civiles del propio oso es un recurso un tanto insulso porque lo único que consigue es que la película no vaya a ninguna parte y por momentos resulte algo tediosa. Su guion desestructurado no posee ingredientes suficientes para que la película camine por sí sola.

En su larga duración hay momentos muy buenos, aunque son escasos. La irreverencia aparece a cuentagotas, una recompensa demasiado escasa. Por momentos, MacFarlane parece parodiarse a sí mismo y no consigue levantar el vuelo. Las referencias a Flash Gordon son impostadas y el pacto de ficción poco importa ya, porque desde la propia historia se desvirtúan las consignas elaboradas en la primera parte.

Los ‘compitruenos’ parecen serlo menos. La boda de Ted, el juicio y su lucha realmente no definen lo que quieren contar, es como si pretendiesen desde la franquicia ir contra su propio espíritu y otorgar una personalidad diferente a lo que se propuso. 

‘Ant-Man’ es eficaz en su premisa. El humor y los buenos efectos especiales permiten que la película sea entretenida. La hábil dirección de Peyton Redd consigue instalarse acertadamente en una trama en la que los secretos industriales, las leyendas, las traiciones y las infinitas posibilidades de la ciencia se digieran sin que se nada sea enrevesado. Las interpretaciones son coherentes y el resultado es agradable porque no peca del exceso gratuito. El hecho de haber cuidado el guion consigue que el resultado sea más notable que el de muchas otras que solo se centran en efectos sin nada que mostrar.

‘Misión Imposible: Nación secreta’ supone un avance con la anterior entrega de la saga pero sin llegar al nivel ofrecido por la tercera. Sus tramas enrevesadas y sus maravillosos efectos tienen un potencial muy interesante no exento de facilidades en todas y cada una de sus resoluciones. Tom Cruise es un actor que resulta acertado en su rol. El peso de la edad instalado en un rostro excesivamente maquillado sirve para proporcionar cierta mesura al carácter del agente Hunt en sus cabezonerías. Como es natural, todo termina cuadrando, pero llama la atención que esta quinta parte tenga el universo Bond como una referencia constante. Las películas protagonizadas por Daniel Craig parecen haber servido de guía en diferentes momentos, aunque la referencia más palpable puede ser al último Bond de Connery, ‘Nunca digas nunca jamás (1983), en su espectacular persecución en moto. Elementos de humor unidos al juego sexual entre  Hunt y la bella agente británica sin patria hacen que esta película de engaños, explosiones y finales felices cumpla su propósito.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

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