'SI LOS ÁNGELES DISPARAN'. Desgarro al frío sol de agosto


CRÍTICA DE TEATRO

'Si los ángeles disparan'
Autor: Jorge Moreno
Dirección: Iván Ugalde
Teatro Lara (Madrid)

El monólogo devastador que interpreta Victoria Peinado en la primera escena de la obra rebosa calidad, talento, terror, inquietud, odio, amor, protección, desvarío, pasado y mucha rabia. Ya muestra las consecuencias de una tragedia sin cicatriz. Los hermanos bajo el sol hiriente, su furia, los disparos, los tormentos y la sangre. La otra hermana asiste como esa espectadora aparentemente inocente repleta de amor, ternura y venganza. 

Lo acontecido en Puerto Hurraco en 1990 sirve a Jorge Moreno para conformar una serie de cuadros en los que da forma a la desgracia que tuvo lugar. Las idas y venidas en el tiempo que propone la obra no siempre funcionan del mismo modo. Pese al potencial que posee el texto, en determinados instantes se distancia de un planteamiento firme y queda desdibujado, como sucede en la parte final. Las referencias a otros sucesos parecidos a los de Puerto Hurraco quedan deshilvanados y poco comprensibles. La puesta en escena de Iván Ugalde es solvente, como se aprecia en los dos primeros cuadros, el juicio, la intimidad de los hermanos… pero en otros parece tirar piedras contra su buena disposición: el paseo de las hermanas desafiando al público solo consigue distraer la atención, no aporta tenebrismo ni inquietud.  Es una pena que estos detalles no se cuiden, porque ‘Si los ángeles disparan’ tiene un claro potencial que se pierde en estos instantes. 

El reparto es absolutamente fantástico. Victoria Peinado y Paco Puerta, Manuel Domínguez y Ana Feijoo dan vida a la angustia con una entrega firme y asfixiante. Consiguen crear un ecosistema propio de heridas, recelos, entrega y desafío que aporta ese empaque para que un texto de tales características consiga el efecto esperado. Esa fiereza interna que reina en cada cuadro tiene un respaldo en una escenografía funcional y precisa. La iluminación y la música en directo a cargo de Rafael Domínguez sí consiguen fundirse en ese fin común. Las notas musicales son una especie de oda al reflejo anímico de la tensión interna y externa que existe. Las muestras de humor se vuelven ingeniosas y necesarias para que la obra alcance un resultado tan fiable. ‘Si los ángeles disparan’ es una deliciosa muestra de que aún hay esperanza para ver buen teatro.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ 

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