'CIUDADES EN LAS QUE UN DÍA NAUFRAGAMOS'. Propuesta difusa




CRÍTICA LITERARIA

'Ciudades en las que un día naufragamos'
Autora: Ara de Haro
Editorial: Talentura
Páginas: 125

Las tres partes que conforman la novela son tres relatos encubiertos. Todas están unidas por un personaje, pero no posee una unidad narrativa coherente en lo que propone. La primera de las historias, ’Primavera de cristal en New York’, arranca con furia y ofrece un esbozo distinto de la concepción que puede trabajarse cuando se recrea a una modelo de pasarela. Esa modelo que piensa y es aguda, sorprende a una cruenta exmodelo y a una eminencia de la fotografía que busca algo distinto. Todos los estereotipos en apariencia están limados hasta que la propuesta se torna en ese más de lo mismo y los personajes obedecen a los tópicos ya retratados con anterioridad. En esta parte todo ese arrojo se va perdiendo a medida que avanzan las páginas y naufraga en seducción, sexo, promesas, decepción y poca agudeza. 

La segunda historia, ‘Esplendor y decadencia en Fisole’, se vuelve a centrar en Michael, ese fotógrafo que acude con su mujer y sus hijos a su lugar de veraneo al final del verano. Allí un invitado de su compañera le hace reflexionar en sus pretensiones de novelista. Son curiosas las diferentes teorías de la creación novelística que recita el invitado, que es escritor de éxito con una gran manada de seguidores. Hay demasiada poesía en el lenguaje propuesto y eso consigue que la narración en instantes se pierda en tanto adorno. La misma concluye con un duelo de egos, postureo sentimental y ninguneo a los hijos. 

En la tercera parte, ‘Invierno en París. La nieve borra sus pasos’, se rescata a un personaje de la primera historia que acompaña a Michael y se narra lo que es una búsqueda, una traición y distintos anhelos. Todo se vuelve más misterioso, pero tampoco se trabaja mucho ese interrogante y esa obsesión. Ha pasado el tiempo y ya el terror vital se instala en un Michael menos impetuoso y más poeta. 

‘Ciudades en las que un día naufragamos’ abraza una tentativa que puede resultar golosa pero no concreta lo que plantea y sus puntos fuertes no terminan de moldearse.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

Publicar un comentario

0 Comentarios