CRÍTICA DE TEATRO
'Héroes en diciembre'
Texto y dirección: Eva Mir
Teatro Valle-Inclán. Sala Francisco Nieva (Madrid)
Berta ha intentado suicidarse, no hay ningún trauma aparente, ninguna pérdida dolorosa. Simplemente mientras le prepara la comida al hombre que duerme al otro lado de la cama para que se la lleve al trabajo siente el impulso de clavarse el cuchillo, un estímulo que le ha ido subiendo y apoderándose de ella.
Berta, interpretada de forma sobresaliente por Marta Matute, es enviada a restaurar unas instalaciones deportivas en una población rural junto a otros suicidas fallidos, en una especie de campo de trabajo donde al reparar las instalaciones mediante el trabajo manual uno se rehabilita a sí mismo.
Junto a los tres ingresados hay una trabajadora social con problemas económicos y la sombra que planea constantemente del cuarto paciente, que ha cumplido su propósito de suicidarse ahí mismo, en la piscina, y que casi todos quieren dejar ya en el pasado, porque lo importante es mirar el futuro.
En esta premisa es donde la obra funciona muy bien, cuando pone su foco en el suicidio o, más bien, el tabú que supone, el intento de suicidio como algo con lo que no se puede convivir y por tanto ha de ser superado y eliminado. Ayudado por esa piscina olímpica como escenografía, con ese blanco tan profiláctico y tan preventivo pero a la vez ese borde con tanta potencialidad de abismo, el texto lanza golpes acerca de la incomprensión de la gente cercana y los murmullos de la sociedad, de la vergüenza propia y de los demás, la compasión, la condescendencia, los eufemismos, los silencios, el miedo a que cualquier cosa que recuerde al suicidio sea un detonante, el tratar a esa persona que ha fallado en su suicidio como un delincuente dispuesto a reincidir y a fallar, la incomodidad para los familiares y amantes que exigen explicaciones y motivaciones bien fundadas ante tanta irracionalidad. Y que, sin embargo, estos mismos, no se cuestionen qué es vivir, lo irracional de la propia existencia.
La obra aprovecha para apuntar también hacia nuestra incapacidad y, por tanto, miedo a que se hagan presentes en nuestra intimidad sentimientos, pasiones y cuerpos incómodos, los cuales, como el suicidio, no deben mostrarse en público, son considerados pornográficos.
El texto es correspondido con el muy buen trabajo de los tres suicidas comandados por Marta Matute, que transmite la rabia, las dudas y ese desencanto entre cínico y desafiante de su personaje, que agita a sus dos compañeros. Uno es un hombre que además de a su mujer ha perdido el respeto de sus hijos. La otra es una víctima de terrorismo harta de compasión, y que confronta a la trabajadora social, un personaje que carece de enjundia dramática propia, cosa que ni siquiera soluciona su historia personal, que parece metida con calzador, en un personaje defendido con oficio por Helena Lanza.
Cuando Eva Mir se sale del suicidio el montaje se resiente, y mucho, se dispersa y pierde fuerza y ritmo. El problema no es que se quieran introducir muchas cosas y diversas: un discurso del rey, el problema de la vivienda, la escritura, el teatro. Tantas cosas que es fácil que al espectador se le olviden algunas al salir. El tema es el efecto de acumulación que se produce y que deriva en unos veinte minutos finales donde el montaje parece desaparecer en un acto de autosabotaje y autofagocitación por parte de la autora. Lo que se dice podría ser otra cosa y no pasaría nada, los personajes desaparecen y los actores se intentan aferrar a ciertos movimientos fijados por una dirección que, en esos momentos, es fallida y enamorada en exceso del texto, de su propia voz.
'Héroes en diciembre' tiene los cimientos para ser considerado un muy buen montaje, pero hay demasiada decoración y un exceso de ruidos estridentes e innecesarios, incluso pretenciosos que no ofrecen justificación más allá de una decisión de la propia autora, una reivindicación ocurrente de Eva Mir que, sin embargo, deja claro que tiene talento y un gran potencial en la creación de textos.
BENJAMÍN JIMÉNEZ DE LA HOZ
0 Comentarios