Crítica Literaria.
Autor:
Javier Maqua
Editorial:
Mandala ediciones
Páginas:
150
Año:2021.
El espléndido autor
polifacético Javier Maqua ha confeccionado un artefacto literario sobresaliente
que se aleja de las tendencias para instalarse en la creación más destacable o
una de las mismas del panorama creativo en el pasado 2021 y en lo que se lleva
del 2022. Se trata de un libro proveniente de lecturas y las mismas están
presentes, pero sin entorpecer el imaginario autoral.
La narración describe
la búsqueda de la nieve caliente, lo que ya ofrece pistas para comprender que
se aborda una historia cuyo itinerario es la épica de una derrota. No deja de
ser un relato de una empresa gigantesca fracasada. En el mismo se describen los
pozos nivales y el nuevo mundo amoroso. Maqua se adentra en la herejía más
ácrata e implacable: llevar la contraria a la propia gramática, las antípodas
del sentido: negro lo que es blanco, caliente lo que es frío.
Existe un narrador
que es el detective que sigue las huellas de Alí Gómez a través del único
escrito de viajes, de los muchos que al parecer hizo, que se ha conservado: su
primer viaje de reconocimiento desde la Sublime Puerta hasta España en busca de
las huellas de sus antepasados. Hay que encontrar el lugar del mapa, la Nieve
de Nadie, donde estaba la casa de los antepasados de Alí.
Es una road movie
sin conches que se atraviesa fronteras en las que el narrador tampoco ha estado,
siendo este uno de los aspectos más atractivos de la novela. ¿Quién es el
narrador? El mismo ofrece siempre sospechas de que miente, quizá para conformar
el texto, quizá porque sí. El viaje atraviesa Estambul, Bagdad, Palestina… hasta
llegar a España, y en España, desde la costa a Granada y de Granada, nieve
adentro a la sierra Nevada y de allí a las Alpujarras. Cada etapa demuestra
habilidad por parte de un autor que ha sabido manejar documentación precisa
para que la propuesta no se tambalee, pero a su vez no ha arrojado al texto un
maremágnum de datos inservibles. Transforma el viaje en un recorrido íntimo a
través de los libros en los que prima esa figura que evoluciona en su propuesta
y que es Ali Gómez Abenamir, transformado en un héroe, porque hay que dejar
claro que ‘Arde la nieve’ es una aventura y que Ali es su héroe exponencial.
Hay descripciones evocativas
que están centradas en momentos trágicos en cuanto al hallazgo de cadáveres:”
dos buitres levantaron el vuelo y
descubrieron, sobre una mesa de piedra, toda ensangrentada, quizá de matanza,
el tronco desmembrado y decapitado, complementario de la cabeza.” El empleo del
fraseo resulta muy ilustrativo. Hay un narrador que observa y describe con
mucha precisión. En estas descripciones parece sobresalir una mirada de un
director de cine que compone visualmente.
Fundamentalmente en
la primera parte, el libro posee un tipo de narración que en ocasiones parece
tener resonancias bíblicas: “Recorrió
la Tierra Santa, en corto tiempo, de sepulcro en sepulcro, primero los de
Abraham y de David..{…}cercados entonces por los beduinos rebeldes, los de
María y Judas, cuyo cuerpo veneran los
cristianos confundiéndolo con el del Mesías crucificado”.
La importancia de las
ilustraciones es notable. Hay anónimos o pertenecientes Doré. Imprimen
dinamismo y originalidad. Las mismas parecen realmente creadas para insertarse
en el libro. El trabajo de búsqueda es sobresaliente para construir un libro en
el que el trabajo editorial es admirable.
“Todo mercader es
forzosamente espía y todo espía inevitablemente mercader”, “el aire es la
materia de que están hechos los espías”.
Por el texto recorren innumerables frases que bien podrían ser “pecios”
de procedencia Ferlosiana pero que quizá deberían llamarse Maquadas, capaces de
condensar lo determinante.
Dentro de ‘Arde la
nieve’ hay más de un libro. Las Glosas escritas parecen conformar un aspecto
muy determinante en la propuesta. Es valiente su uso y más en una época en la
que parece querer que todo se publique con la menor cantidad de notas a pie de
página que se pueda. En ese aspecto y en muchos otros, entre ellos el
tratamiento del realismo, la propuesta de Maqua se sale por una tangente
prodigiosa para no dialogar con el tiempo, para adelantarse, para conseguir
ofrecer algo distinto, sin autocensuras, sin la opresión del mercado.
El humor y la incertidumbre forman parte también del viaje. El secuestro de la mascota es casi un thriller con tintes muy divertidos y no exentos de erotismo. Son instantes que marcan una ruptura con el ritmo para aportar otro diferente. Todo está construido en una distancia corta en cuanto al paginado se refiere. Es un texto que podría dar para una serie o para un libro de mil páginas. Maravillosa la capacidad de concreción que se ha conseguido. El manejo del condicional empleado por Maqua es brillante y se instala con solvencia y necesidad en esa aventura sobre un viaje frustrado. ‘Arde la nieve’ es novela portentosa en todos sus estamentos.
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ.
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