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‘El hombre bueno’ (David Trueba.74 minutos. 2024. España)

‘Los guapos’ (David Trueba. Con Anna Alarcón y Vito Sanz. Teatro María Guerrero).


David Trueba se ha estrenado sobre las tablas con la obra ‘Los guapos’ y en su página web ha puesto en alquiler su última película con la que visitó el Festival de Málaga, ‘El hombre bueno’. Hace poco también se pudo ver en Movistar su entrevista a Woody Allen titulada ‘Un día en Nueva York con Woody Allen’. Partiendo de la entrevista se puede señalar que es una pena que la misma estuviese ajena a particularidades. David Trueba ya le entrevistó anteriormente por ‘Balas sobre Broadway’ y se incluyó en el estupendo libro de Sig Björkman, ‘Woody por Allen’. ¿Por qué sabiendo tanto de Allen se quedó en generalidades por todos conocidas? Se perdió una oportunidad de adentrarse más en aquello que la prensa no suele incidir película tras película. 

‘Un hombre bueno’ es una propuesta amable. Podría encuadrarse en una película de verano aunque haya disfrazada de Semana Santa. La historia está concebida con tintes de Chejovianos, pero Trueba parece tirarse piedras contra su propuesta al recurrir a los consabidos trucos del móvil y demás artimañas que no apoyan la historia. Su planteamiento como peli de cámara es muy acertado con una temática de pareja, una de las constantes en los proyectos de David, con hija, pasado y mucho egoísmo. Las interpretaciones de Macarena Sanz y Jorge Sanz son estupendas y reflotan el proyecto porque sus personajes generan interés y misterio. Sus códigos de interpretación son muy diferentes, pero ambos funcionan con fuerza. Vito Sanz es un actor estupendo, pero qué, en ocasiones, puede caer en recursos similares a los de proyectos anteriores. En la película está muy bien pero su personaje es menos rico en matices que el resto. Los tres Sanz se adaptan muy bien y el peso del pasado es el que sostiene una historia con mimbres sugerentes. 

Otro aspecto menos agradable es el técnico. Tanto la iluminación como el sonido condenan las buenas intenciones. Son descuidos un tanto incomprensibles. Podrían trabajarse mucho más para conseguir un empaque más redondo. ‘El hombre bueno’ no ha encontrado distribuidora, algo que sorprende y más atendiendo al éxito de su película sobre Eugenio. El juego de los distribuidores en España es peligroso y altamente incomprensible. Es una de las razones por las que se puede ver menos cine español, pero se lleva en esa batalla ya mucho tiempo y todo parece ir a peor. La película se puede ver en la página web de David Trueba por un alquiler de 3,95€.



‘Los guapos’ es otra obra amable de David Trueba, pero sobre las tablas. La premisa es atrayente: el reencuentro de dos ‘viejos’ amigos en el barrio de su infancia. Nuria y Pablo han llevado vidas muy distintas. Ella ha tenido ciertos romances con las drogas y la justicia mientras él es un abogado implicado en asuntos sociales con algún éxito internacional. Ella acude a él por un caso relacionado con una desgracia familiar. 

El pasado, el hoy, lo que fueron, lo que son y lo que nunca llegaron a ser está muy presente y en ocasiones la propuesta cae en reiteraciones manidas. Funcionan los apartes como esos pensamientos que ayudan al espectador para posicionarle en el contexto de ese pasado que, tampoco fue tan importante. La idealización, las caricias, las lecturas y la posible mentira. La obra tiene una apariencia de obra social, el individuo frente a la opresión del sistema, pero la misma incluye aspectos personales. Hay un desequilibrio en la escritura porque no termina por decidirse. El problema reside en una sucesión de tópicos de la vida de ciertos barrios que transforma la propuesta en algo demasiado reduccionista de lo que puede ser un barrio. Es inteligente el giro que realiza hacia la parte final, muy cinematográfico, que engrandece la propuesta y lanza la responsabilidad al espectador. Se agradecen ciertos momentos de humor. 

Las escenografías de Beatriz San Juan siempre son estupendas, pero en esta ocasión es un despliegue demasiado potente para lo que es en sí la obra y tampoco ayuda demasiado. La iluminación es correcta sin demasiadas particularidades y sin adentrarse en algunos claroscuros que potenciarían la trama. 

Anna Alarcón y Vito Sanz componen una pareja estupenda. Ya habían coincidido en la película ‘A este lado del mundo’ y es evidente que funcionan. Vito Sanz aporta un elemento final muy sugerente que le distancia de ese personaje buenista que borda, pero hay que exigirle un punto más porque es un actor extraordinario. Anna Alarcón es un torrente de talento y buen hacer interpretativo. Su personaje repleto de aristas está muy bien construido. Su arco interpretativo es formidable y pasa de ser dulce a peligrosa. El peso del pasado en ella sí tiene calado y demuestra lo que es una persona que ya no tiene más que perder. 

Es genial que un creador pueda hacerlo y tener su recompensa. Se agradece que David Trueba siga en la búsqueda.


Iván Cerdán Bermúdez.

 


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