LA FERIA, LA FERIA, LA FERIA ¡O LO QUE SEA QUE ES! (II)

 



Algo curioso ha sucedido en la feria -al menos unos de los días- y es que ya no se anunciaba por megafonía a los escritores que estaban firmando. Las personas pululaban sin dirección fija, incluso discutían. Algunos comentaban que Garci estaba en una, pero otros indicaban que en ese programa habían dicho que era otra la caseta. Los puestos de información estaban colapsados y el sistema había dejado de funcionar. Eso añadió cierta emoción a la aventura. Había escritores muy conocidos y reconocidos que estaban solos, con la mirada perdida y asintiendo a la conversación del librero que, con educación, le contaba ciertas anécdotas librescas sobre un pago por Bizum. Otros, a los que jamás escuché mentar, ni a sus editoriales tampoco, estaban con filas gigantescas. Los juegos de popularidad en la Feria son un tanto grotescos, pero no por ello, dejan de ser divertidos. Entre tanto, hubo que zambullirse en casetas, con libreros como Pedro de El buscón, que siempre ayuda a rastrear con sentido. Este fue el resultado:



‘Tarántula’ (Eduardo Halfon. Libros del Asteroide)

Eduardo Halfon ha conseguido con ‘Tarántula’ su mejor título desde ‘Biblioteca Bizarra’. Su forma de adentrarse en la autoficción siempre es sobresaliente, pero en sus últimas propuestas, se podía intuir cierta fatiga que ahora parece quedar atrás. Sin estar a la altura de algunos títulos, el escritor guatemalteco consigue aportar algo muy inquietante en esta narración en la que la identidad es la que guía todas las acciones. Nuevamente son los recuerdos, pero esta vez por un campamento disfrazado de campo de concentración. Hay angustia y evocación al sentir de un pasado para que el mismo no se olvide. Halfon deambula por las sensaciones de un chaval que observa y puede que invente o no, pero que siente, de eso no hay duda. Escrito con agilidad, es capaz de ir alternando tiempos y ciudades sin confusión posible. La parte final no es un final, porque en Halfon, solo existe, por fortuna, el continuará.

 

 


 

‘Dos Dumplings’ (Marc Morera. Amok ediciones).

Es una novela gráfica -cómic-tebeo- casi de aventuras. La apuesta, una vez más, sugerente, de Amok ediciones, ofrece una vuelta a la historias vividas -propuestas por la editorial- y esta vez narra el periplo de una pareja española en Shanghái.  Hay algunos altibajos porque es una historia narrada a modo de flashbacks y eso entraña algunos riesgos de los que, en ocasiones, es difícil salir, pero sí mantiene el tempo y la pulsión. Los dibujos son estupendos y posee momentos magníficos. Es una historia de vida, de vidas que funcionan y en las que pueden elegir. Muy sugerente la parte del viaje por el interior de China, una pena que no se desarrollase más.




‘Ortega. Vidas, obras, leyendas’. (José Ramón Carriazo Ruiz. Cátedra).

José Ramón Carriazo ha construido una biografía muy diferente a las publicadas hasta el momento sobre Ortega y Gasset. El aspecto filológico prima, pero a su vez es un recorrido particular por la vida y obra del filósofo. Escrito de forma excepcional consigue recorrer la vida de Ortega sin recurrir a la hojarasca académica y llegando a unas conclusiones muy bien argumentadas. Hay momentos divertidos y amargos que van mezclándose en la vida de Ortega y que Carriazo va desentrañando desde la infancia y el impacto que tuvo en él la lectura de Balzac, La novela de una vida o el encuentro con Alfonso XIII hasta la parte final.  Muy recomendable.


Coda.



Entre tanta lectura, conviene acercarse a ver la última película de Christian Petzold, ‘El cielo Rojo’. Propuesta hábil que consigue abarcar demasiados campos, pero que jamás se atraganta en ninguno. Su equipo artístico y técnico consiguen que todo sea tan acompasado como una bonita, pero inquietante pieza de orfebrería. Posee como referentes a Chéjov y Rohmer, aunque pasados por una dosis presumible de autoficción. ¡Qué sorpresa!


IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

 

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