'¿QUIÉN MATÓ A BAMBI?'. La banda sonora ante todo


CRÍTICA DE CINE

'¿Quién mato a Bambi?' (Santi Amodeo. España, 2013. 89 minutos)

Santi Amodeo era una figura muy curiosa en el panorama cinematográfico nacional. Sus aventuras en solitario tuvieron una recompensa más que interesante con su anterior película, ‘Cabeza de perro’, aquella historia original y valiente. ¿Qué ha ocurrido ahora? Su nueva película es una especie de gran producción sonora que no alcanza a ser algo que vaya más allá del simple anecdotario. ¿Dónde ha quedado ese particular mundo del director? Es posible que le haya llegado un presupuesto más generoso al rodearse de caras conocidas y filmar accidentes ingenuos, pero eso no lleva a que la historia sea más que una maraña de falsas coincidencias y escaso humor.

Partir de la elección de Quim Gutiérrez como actor protagonista condena a la película. Sus interpretaciones nunca cambian de registro. Este personaje podría ser el mismo que en cualquiera de las películas  de Sánchez- Arévalo. Menos mal que le acompaña Julián Villagrán y todo adquiere algo de consistencia. Tampoco aporta casi nada un previsible Ernesto Alterio, que combina momentos de acento andaluz con otros que no. ¿En qué lugar se posiciona la película? Da la sensación de que ha pretendido tener muchos frentes abiertos, pero estos se han cerrado por sí solos, se transforman en burdos escaparates de risa fácil y  previsibilidad condenatoria.

Lo que hace que la película se sostenga es una excelente banda sonora compuesta por el propio director y Enrique de Justo, pero es algo que se antoja escaso para aguantar los casi noventa minutos. Tampoco ayuda nada, es más, la transforma en más ridícula, el hecho de contar con un anodino Andrés Iniesta –con frase incluida- en un cameo especial que lo ensombrece todo demasiado.

Santi Amodeo es un buen director y sus películas tienen siempre una consistencia llamativa. Posiblemente esta película sea un bache que le permita abrirse a otro público y así al menos no tardar tanto en rodar otra película, eso sí, siempre y cuando regrese a ese humor lúcido y a sus historias inquietantes y no a estas pantomimas de engaños y equivocaciones que provocan cierta desolación al comprobar que son una constante últimamente.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ   

Publicar un comentario

0 Comentarios