CRÍTICA DE CINE
'Marte' (Ridley Scott. Estados Unidos, 2015. 142 minutos)
Cada película nueva de Ridley Scott es un paso atrás en su ya irregular carrera. La espectacularidad de su modo de dirigir pocas veces se amolda a la historia que se trae entre manos. ‘Marte’ relata algo tan vacuo como ridículo. La dirección es efectiva aunque no llegue a ningún lugar debido a una historia absurda y larga. En las ocasiones en las que Scott tiene un buen guion como pudo ser ‘El consejero’(2013) se dedica a jugar a realizar propuestas insulsas y jamás acordes con lo escrito.
‘Marte’ es una insignificancia que intenta mezclar ciencia ficción, aventura, supervivencia, superación… pero nunca se acerca a lo expuesto en ‘Naúfrago’ (2000) y sí a ‘Solo en casa’ (1990). Todo el planteamiento es un sinsentido que jamás puede saberse qué es lo que pretende. Es posible que el sentimiento patriótico sea el que ha manejado las redes de un proyecto que no solo no cuenta nada, si no que también se atraganta por una duración larguísima y sin tempo interno.
Es una pena que no se haya aferrado a una propuesta en la que todo lo planteado hubiese estado más cerca de Robinson Crusoe y su odisea para subsistir que no en esta patraña rimbombante que solo sirve para constatar lo excelente artesanos que son en el medio técnico. El diseño de producción, el montaje, la iluminación, las interpretaciones… no tienen ninguna objeción, pero una película debe ser mucho más que testosterona económica y buenos profesionales.
Es posible que Ridley Scott no filme nada más que merezca ser visto, pero seguirá realizando películas mientras la taquilla lo dicte, y siempre, el público y los distribuidores son los que mandan.
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