'SOBRE LA MESA'. Buen mimbre para enfrentarse al ser humano


CRÍTICA DE TEATRO
'Sobre la mesa'
Director: Cayetano Limorte Menchón.
Teatro El Montacargas (Madrid).

Trabajar desde la verdad no siempre es fácil. El debut en la dirección de Cayetano Limorte deja sobre las tablas un resultado sugerente. Enfrentarse a tres autores como Federico García Lorca, Tennessee Williams y August Strindberg implica ya una intención valiente. Los tres son autores muy representados. ¿Qué puede aportar alguien que se inicia en la obra de tales eminencias? Sin duda alguna, las tres adaptaciones conviven en el escenario a las mil maravillas para formar una apuesta profundamente ligada en su motivación. De los tres autores, se podría destacar por encima de las demás, ‘La más fuerte’ de Strindberg. Limorte tiene en cuenta que el autor sueco fue el dramaturgo más influyente y que proporcionó un impulso radical al teatro. De ahí que su momento sea muy notable, ese falso monólogo −de dos− en el que las intenciones, los reproches y las heridas sin cicatrizar reinan en la escena. Solo con esa parte, ya se podría constatar que Strindberg fue el precursor de la modernidad que puede existir en el teatro actual. Cuando se adaptan textos, y más de tal índole, es imprescindible que la apuesta arroje esa valentía que necesita el adaptador-director para dar ese golpe en la mesa que inicie un camino que pretende ser largo. 

El sentir herido, el amor, la rabia, el dolor y una falta de esperanza que se respira a lo largo de una puesta en escena que acierta en una propuesta que nunca se asfixia. Conseguir tomar los textos de Lorca y de Williams y que los mismos funcionen, pese a ser extractos, ya deja constancia del talento por la capacidad de selección. Las interpretaciones de Leyre Juan y JM Rihbany siempre están a la altura y mantienen el tipo en los diferentes envites. Si bien es cierto que en algún momento sus tonos se elevan algo si atendemos a ese naturalismo que parte de la dirección. Defender roles tan diferentes no es tarea sencilla. Todos los personajes tienen una entidad formidable, ser capaz de combinarlos es digno de elogio. La iluminación y el espacio sonoro se integran sin fisura en la obra. ¿Y si no se hubiesen dicho qué textos se trabajaban? El viaje sería parecido, pero con la particularidad de una incertidumbre que en ocasiones se puede agradecer.

‘Sobre la mesa’ acaba de comenzar su andadura. El espectáculo crecerá. Tiene que hacerlo para que todas esas ideas se consoliden y para ello necesitan que un teatro les proporcione más representaciones. La dirección necesita constatar ciertas propuestas en las transiciones y seguir probando para terminar de engrasar el espectáculo. Figura a seguir, Cayetano Limorte. Es posible que en su siguiente aventura se atreva con un texto propio. El tiempo dirá.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

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