CRÍTICA LITERARIA
'TóXica(s)'
Autora: Isa González
Editorial: Librossampleados
Páginas: 174
Año: 2019
La trayectoria brillante de Isa González tiene en ‘TóXica(s)’su obra más madura. Enfrentarse a esta novela en la que el doppelgänger se reinventa era un desafío muy potente y el resultado no deja indiferente. La escritora mexicana nunca es infiel a lo que ha propuesto en su obra, pero en esta ocasión y en distancia larga sabe sacar provecho a todo ese bagaje narrativo que ha ido construyendo a lo largo de estos años.
Susana y Ana. Ana y Susana. Dos hermanas que por momentos son una y por muchos son dos. La crudeza de las acciones está perfectamente mezclada con la dulzura, la entrega y el conocimiento. La novela es un ir y venir de tiempos y en el que jamás el lector se pierde. Se asiste al dolor, a la pasión, al placer y a la subsistencia. González recrea las vidas de ambas hermanas, pero no se pierde en rellenos ridículos. Dota a la narración de una agilidad vertiginosa. Su distribución en pequeños capítulos es una decisión muy acertada. No necesita valerse de relleno para que todo cuadre. Esa estructura muestra una clara intención autoral y posee en la construcción de cada personaje una solidez aplastante. Es una mirada a la mujer que no se anda con miramiento alguno. Es necesaria esta honestidad para retratar ese paso del tiempo y el cómo las cicatrices se van incrustando en una hondura de la que jamás podrá salirse. En todo ese recorrido vital hay muchos momentos de luz y de esperanza porque al fin y al cabo lo que retrata es la vida y sus diferentes estados. La separación de las hermanas, el terror, la huida y la subsistencia. Hay ecos en algunos momentos que pueden llevar a ‘Inseparables’ (1988) de David Cronenberg, aunque con muchos matices. Esa complejidad entre gemelas que se entienden aún en la distancia, esa angustia y esas decisiones irrevocables. No importa que se maquille a un muerto, que se masturbe o se vea una pelea de hámsteres, todo encaja sin ser previsible y sin resultar ajeno a lo que se expone.
La narración posee una claridad visual muy seductora. Las escenas descritas en las que la crueldad se moldea con pausa, pero sin regodeo vacuo poseen una brillantez poco común y más si atendemos a ese anhelo de consumo de violencia gratuita que existe en el presente. Es bueno afrontar ‘TóXica(s)’sin conocer demasiado a lo que uno va a enfrentarse y así cada giro será más contundente. Hay que dejarse sorprender por Ana, Susana, Ángel, el profesor, los hámsteres, el Juguete, doña Celia, Efraín y tantos otros. ‘TóXica(s)’es un texto sobresaliente y una novela que queda a la espera de que se distribuya con normalidad en España.
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ
'TóXica(s)'
Autora: Isa González
Editorial: Librossampleados
Páginas: 174
Año: 2019
La narrativa mexicana está a un nivel extraordinario. La pena es que a España no suelen llegar muchísimas de esas muestras de talento. Hay que recurrir a amigos libreros o a conocidos que por un casual hayan realizado un viaje. Es algo sorprendente que no exista una mayor facilidad para conseguir esa literatura. ¿Por qué? Es más, las propias editoriales que tienen sede en ambos lados del charco en ocasiones no traen los títulos que publican en los otros países. Una pena.
La trayectoria brillante de Isa González tiene en ‘TóXica(s)’su obra más madura. Enfrentarse a esta novela en la que el doppelgänger se reinventa era un desafío muy potente y el resultado no deja indiferente. La escritora mexicana nunca es infiel a lo que ha propuesto en su obra, pero en esta ocasión y en distancia larga sabe sacar provecho a todo ese bagaje narrativo que ha ido construyendo a lo largo de estos años.
Susana y Ana. Ana y Susana. Dos hermanas que por momentos son una y por muchos son dos. La crudeza de las acciones está perfectamente mezclada con la dulzura, la entrega y el conocimiento. La novela es un ir y venir de tiempos y en el que jamás el lector se pierde. Se asiste al dolor, a la pasión, al placer y a la subsistencia. González recrea las vidas de ambas hermanas, pero no se pierde en rellenos ridículos. Dota a la narración de una agilidad vertiginosa. Su distribución en pequeños capítulos es una decisión muy acertada. No necesita valerse de relleno para que todo cuadre. Esa estructura muestra una clara intención autoral y posee en la construcción de cada personaje una solidez aplastante. Es una mirada a la mujer que no se anda con miramiento alguno. Es necesaria esta honestidad para retratar ese paso del tiempo y el cómo las cicatrices se van incrustando en una hondura de la que jamás podrá salirse. En todo ese recorrido vital hay muchos momentos de luz y de esperanza porque al fin y al cabo lo que retrata es la vida y sus diferentes estados. La separación de las hermanas, el terror, la huida y la subsistencia. Hay ecos en algunos momentos que pueden llevar a ‘Inseparables’ (1988) de David Cronenberg, aunque con muchos matices. Esa complejidad entre gemelas que se entienden aún en la distancia, esa angustia y esas decisiones irrevocables. No importa que se maquille a un muerto, que se masturbe o se vea una pelea de hámsteres, todo encaja sin ser previsible y sin resultar ajeno a lo que se expone.
La narración posee una claridad visual muy seductora. Las escenas descritas en las que la crueldad se moldea con pausa, pero sin regodeo vacuo poseen una brillantez poco común y más si atendemos a ese anhelo de consumo de violencia gratuita que existe en el presente. Es bueno afrontar ‘TóXica(s)’sin conocer demasiado a lo que uno va a enfrentarse y así cada giro será más contundente. Hay que dejarse sorprender por Ana, Susana, Ángel, el profesor, los hámsteres, el Juguete, doña Celia, Efraín y tantos otros. ‘TóXica(s)’es un texto sobresaliente y una novela que queda a la espera de que se distribuya con normalidad en España.
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ
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