Crítica Literaria.
‘Oleg’
Autor: Frederik Peeters
Editorial: Astiberri.
Páginas: 184
Año:2021
‘Píldoras azules’ (2001) es una obra magna en toda regla. Con ella Frederik Peeters consiguió un avance temático en lo que eran los tebeos, o novelas gráficas -como se le llaman para ser “estupendos”- en un determinado momento en el que otras modas temáticas reinaban. Tras toda la evolución que está atravesando el término autoficción, la obra de Peeters junto con la de Craig Thompson, ‘Blanketts’ (2003), supusieron un soplo de aire de fresco en la creación europea. Es cierto que el manga ya había indagado en esas cuestiones o figuras como Frederik Boilet habían trabajado en esa dirección con antelación, sirva recordar el magnífico álbum ‘Tokio es mi jardín’ (1997).
‘Oleg’ es una continuación veinte años después de ‘Píldoras azules’ que trata en gran medida sobre escribir la continuación de su gran éxito. El cómic posiblemente pueda tener más relevancia si no se conoce la “primera parte”, porque esta continuación carece de frescura y perspicacia. Hay momentos interesantes, pero estos se centran más en la creación y en las dudas de un creador que pone en entredicho aspectos de su propia obra y de su propio imaginario -ya un tanto seco-. Hay ecos de Paul Auster, fundamentalmente de ‘La noche del oráculo’ (2003) cuando expone sus nuevos proyectos que no termina -historias no muy llamativas-.
Texto que vacila entre la intimidad educada y el motivo de la creación como necesidad y como miedo a que esa paleta creativa se haya secado ya para siempre. El paso del tiempo sirve para resaltar el amor tan grande que siente por su mujer y la hija. Se cuestiona si acontecimientos que suceden en su día a día deben incluirse en la obra. Esto puede resultar gracioso, pero no tiene demasiada consistencia porque la apuesta del creador no se instala en ningún lugar. La continuación de ‘Píldoras azules’ ha sido una petición popular desde casi su publicación. En la historia eso queda claro. No faltan escenas en las que firma su obra, o las dudas continuas sobre la obra realizada. En este aspecto las reflexiones parecen ser muy acertadas porque el propio autor juzga lo que ha hecho y parece tener razón en ciertas críticas sobre esos cómics publicados.
‘Oleg’ no levanta el vuelo quizá por una falta de emoción que lo arrastra a ser una obra que no termina de arrancar. No es un mal tebeo, pero su libreto es insuficiente. En el aspecto de dibujo si ofrece un potencial grande, pero eso no cubre las carencias argumentales si se atiende al nivel que mostraba ‘Píldoras azules’. Peeters es un autor con un imaginario rico y se continúa esperando mucho de él. En la actualidad se ha estrenado la nueva película de M. Night Shyamalan basada en la creación portentosa del propio Peeters y Pierre Oscar Levi, ‘Castillo de Arena’.
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ.
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