CRÓNICAS (II) TRAIN MOVIE, FERNÁN GÓMEZ, MONTALBÁN Y CAMILLERI

OPINIÓN.

El vecino ha estado mal. Cree que tiene la covid y ha acusado a la empresa de reparación del aire acondicionado de que por medio de su técnico ha contraído supuestamente la enfermedad. Ni siquiera se quiere hacer la prueba porque él cree saber más que nadie sobre cualquier sintomatología. “¡Me asfixio!”, gritó la otra noche, pero a nadie pareció extrañarle sus llamadas de atención ni tampoco se le preguntó nada. Tampoco insistió, es posible que fuese una pesadilla. Por las noches ve películas de terror de los 70, a veces se tapa con la sábana. Es factible que le guste jugar a recordar su infancia cuando acudía a aquel cine de Menéndez Pelayo. Continúa saliendo por la mañana al balcón. Enciende el aire acondicionado y deja la ventana abierta. Considera que debe airearse la casa porque el aire es corrupto por lo que le llevó el técnico. Las cinco reclamaciones que ha puesto a la compañía por contagio de una enfermedad no diagnosticada no han sido contestadas. Se tira veinticinco minutos al teléfono y posteriormente le cuelgan. “Es la tiranía mercantilista”, pero nadie ha sido capaz de contestarle porque posiblemente nadie sabría lo que contestar para que no se molestase más. Ha propuesto para la lectura una biografía de Lenin, pero no ha salido elegida. También ha contado que su tío fue ferroviario y que posteriormente a los 58 años se sacó el carnet y una oposición para ATS en la Renfe. Eso le hizo tener mucha mejor jubilación. Creo que alguno ha asentido, un chaval muy joven que quizá no sepa lo que es ATS. “¿Por qué no habré sido yo ferroviario?” Al único vecino que se le ocurre contestar recomienda una película sobre un viaje en tren y es aceptada. El vecino quiere leer a Fernán Gómez y otro cree que lo lógico es algo de Montalbán. Se aceptan las propuestas y esto es lo que salió:

CINE: 

‘Compartimento Nº6’ (Juho Kuosmanen. País: Finlandia. Duración: 107 minutos. Año: 2021).

Juho Kuosmanen es un director distinto que consigue ensamblar producciones tan originales como sugerentes, sirva recordar su sobresaliente, ‘El día más feliz en la vida de Olli Mäki’ (2016). ‘Compartimento Nº 6’ es una train movie que parte de la novela de Rosa Liksom, pero que no es una adaptación propiamente dicha. Hay mucha libertad en la propuesta de Kuosmanen para conformar una historia con más empaque de lo planteado por Liksom.

Laura planificó un viaje para contemplar los petroglifos con su amante, la esquiva Irina, pero que, por diferentes motivos, ninguno claro, ella no le puede acompañar y Laura recorre el trayecto en aparente soledad y con múltiples titubeos. 


Se trabajan casi todas las particularidades de inmediatez que acompañan a las películas de carretera, pero en el interior de un vagón se genera un ritmo del que no se es dueño. Su compañero de compartimento, un minero indiscreto y bebedor no es lo que esperaba. Laura emplea su cámara como único instrumento para evocar la nostalgia de su etapa rusa y asimilar lo que son las grietas de su relación. La unión de dos personalidades, en principio antagónicas, va estableciendo pactos que parten de cierta resignación. El vacío, la añoranza, la decepción y el descubrimiento se abrazan en un vagón en el que todo va cobrando un sentido. Propuesta en continuo fluir en donde los personajes concluyen en un extremo opuesto al del  inicio. Todo se filma con planos próximos. El empleo de la steadycam es ágil y radiografía la inestabilidad por la que transitan ambos protagonistas sin ofrecer asfixia.

Juega a retratar la intimidad captando silencios y acciones, pero sin recurrir al preciosismo. La conexión entre dos desconocidos es tratada sin aspereza ni artificio. La historia muta, no sin recelos y decepciones, pero con alcohol. Todo se va posicionando en ese anhelo del descubrirse uno mismo en una situación que no se imaginó. Formidable escena de la parada en casa de una conocida del minero en la que dialogan con un mal vodka y risas sinceras.  La iluminación se nutre de esos colores de un pasado no demasiado alejado pero muy distinto de una actualidad que busca refugio en la tecnología. 

Otro de los aciertos es el cambio en los parajes que acompañan a la novela. Mientras en la misma es la ruta del Transiberiano la que centra la atención, Kousmanen opta por los raíles que llevan de Moscú a  Norilsk. Esta decisión permite ahondar en esa intimidad por parajes distintos para poder visitar unos casi inalcanzables petroglifos. La nieve, sus juegos y una entrega desinteresada conforman esa notable evolución a la que aportan particularidades que no se encontraba en la novela. Seidi Haarla y Yuriy Borisov abordan sus interpretaciones de forma deslumbrante y de eso se beneficia el resultado final. ‘Compartimento nº6’ es una muestra maravillosa de un cine que capta la angustia, la entrega, la decepción y el sentir sin recurrir a lo impostado. 

LIBROS:

Con Fernán-Gómez y Vázquez Montalbán como cabezas de cartel se buscaron novedades de ambos autores, aunque ya hayan fallecido. Las elecciones no ofrecieron discusión alguna y para mayor felicidad del vecino, pudo leerlas ambas en el mismo día. De momento cree que esta vez no devolverá los libros aunque le hayan parecido de precio algo elevado:

‘Diario de Cinecittà’ (Fernando Fernán-Gómez. Altamarea. 113  páginas. Año 2021).

No resulta ninguna sorpresa el comprobar cómo Fernán-Gómez cultivaba el diario. Es un género que
trabajó con asiduidad, sirva recordar como en ‘Nosotros, los mayores’ (1999) incluía ese diario de Hollywood cuando acudió representando a la película ‘El abuelo’ (1998), o en la ampliación de ‘El tiempo amarillo’ dejaba constancia precisa, a modo diario de rodaje, lo que fue la experiencia, no demasiado romántica, de realizar la excelente ‘Pesadilla para un rico’ (1996). Este ‘Diario de Cineccità’ en gran medida estaba publicado en la primera parte de las memorias. Es un momento bueno para sacar a la luz un texto que refleja una personalidad muy distinta a la que el propio actor, director, escritor, representaba ante las cámaras o periodistas del cuché en su periodo de senectud. En estas páginas se deja constancia del rodaje de ‘La conciencia acusa’ (1953) de Pabst en Roma. 

Se retrata con lucidez lo que implica estar en un rodaje, una producción internacional, y Fernán-Gómez emplea el humor para describir el entusiasmo, la duda y el desafío que suponía estar en tamaña aventura. No duda en ofrecer una radiografía vital de su personaje que entremezcla con su propia vida. Juzga con criterio lo que sucede tras la cámara y hay paralelismos con el Buscón de Quevedo. Muchas reflexiones sobre la magnífica figura que fue Sáenz de Heredia sirven para constatar, una vez más,  lo que influyó. Es factible que tiempo después, su adaptación de ‘El malvado Carabel’ tuviese su origen en esas conversaciones en las que fabulaban con poner en largo ‘¿Por qué te engaña tu marido?’, de Wenceslao Fernández Flórez. 

En sus conversaciones con Pabst, el prestigioso director, asombrado de toda la capacidad del actor, le pregunta si se le ocurría alguna película para hacer juntos. La respuesta no tiene desperdicio: sobre la picaresca. Pero Pabst no sabía lo que era ni si había títulos traducidos al alemán. Es el germen de lo que fue la excelsa serie ‘El pícaro’. Este Fernán-Gómez está repleto de ingenio, sinceridad y cierta emoción. El libro consta de un prólogo interesante de Lorenzo Bartoli y de un epílogo de Alberto San Juan que sin mucho sentido. Debido a que las reflexiones romanas son muy breves, el volumen se completa con poesías escritas por Fernán-Gómez a lo largo de su estancia en Roma. Los poemas son un trabajo de juventud y no es la muestra más destacada del autor, pero siempre resulta interesante. ‘Diario de Cineccità’ es un texto estupendo que desborda sabiduría. Todo estaba ya en Fernando y el tiempo lo fue moldeando. 

‘Conversaciones sobre la escritura’ (Andrea Camilleri y Manuel Vázquez Montalbán. Altamarea.  80 páginas. Año 2021).

Volumen excelente que recoge una serie de encuentros entre dos maestros de la literatura que comparten género, admiración y gusto. Las conversaciones entre ambos escritores son agudas y en ellas se analiza lo que es la definición de generación entroncada a la militancia, siempre desde una posición alejada de la petulancia. También se indaga en lo que es una propuesta de unidad ética y ofrecen salida a aquellos interrogantes sobre la creación de sus novelas. Ese misterio que implica la creación y a su vez la propia lectura es lo que consideran la clave de lo que ha de suponer un viaje literario. Las conversaciones pueden tener muchas relecturas porque ambos autores ofrecen variantes y huyen de lo tópico. La camaradería entre ambos es clave para conseguir un resultado tan admirable. También se da cabida a algunas de las intervenciones del público. La única pega es la extensión del volumen. El doble o el triple de paginado habría sido perfectamente encajado por cualquier lector que anhelase devorar las entrañas de la creación. Un trabajo sobresaliente, aunque algo escaso.

IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ

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