Hay que acudir al cine a programas triples, eso sí, resguardarse de cierto frío helador que condena el visionado. La cartelera peligra en determinados momentos del año y aunque hay algunos títulos atractivos, cuesta intentar adivinar qué elegir. El calor de la calle no ayuda, pero el excesivo frío de las salas tampoco, ojo, algunas de ellas se olvidan del aire. Nuevamente, no hay equilibrio. Bienvenidos, de nuevo, al verano de los extremos climatológicos.
‘Del revés 2’ (Kelsey Mann, 96 minutos. EEUU, 2024).
Esta secuela posee mucha menos frescura que su predecesora, tiene más humor, sí, pero hay menos originalidad. El apartado técnico es excelente pero el guion peca de cierta previsibilidad. Las nuevas emociones tienen algún momento bueno, pero en general son demasiado redundantes. El mensaje está claro, pero se redunda en aspectos que consiguen que cierto público infantil no llegue a comprender y alguno de edad más avanzada piense que las insinuaciones son demasiado torpes. Este acontecimiento no pasaba en una primera parte que sorprendió a todas las generaciones. La película se ve bien y se agradecen los instantes de humor, aunque entristece que se eliminen la gran mayoría de momentos sorpresa.
‘Memory’ (Michel Franco, 103 minutos. México. 2023).
La tendencia al melodrama de Michel Franco tiene buenos aliados en su filmografía como ‘Las hijas de Abril’ (2023), pero en otras ocasiones, como ‘Memory’, la jugada parece quedarle varada. El apartado artístico es sobresaliente con un elenco desbordante y una dirección atrevida, con planos largos en una historia que los necesitaba para incomodar. El peso de los actores es desorbitado y se entregan en una trama que, no es en absoluto original y que peca de demasiados momentos lacrimógenos. Cuando el espectador piensa que nada peor puede suceder, sucede. Sylvia, trabajadora social, madre responsable y exalcohólica comprometida, arrastra una herida -o muchas- sin cicatrizar. Por azar conoce a Saúl -con demencia degenerativa- y es ahí donde las alarmas del pasado saltan. Por extrañas casualidades y diversos arrepentimientos, surgen curiosos encuentros y enamoramientos -aparentemente prohibidos- que aplastan unas rutinas peligrosas, aportando vida a unos protagonistas hastiados de angustia. A eso hay que sumarle nuevamente el pasado y más desgracias sin cicatrizar. No es que la película se vea mal, pero ha existido pereza en la escritura y el resultado se sostiene por unas interpretaciones sobresalientes en una historia que, por momentos, deja de interesar.
‘Hit man. Asesino por casualidad’ (Richard Linklater, 113 minutos. EEUU, 2023).
Se agradece que Linklater realice divertimentos fímicos, porque los mismos siempre son agradables de ver. Sin llegar a la altura de un título extraordinario como ‘Todos queremos algo’ (2016), ‘Hit man’, divierte y llega a ser cruenta, de ahí que la película no se quede en lo sencillo. La vida de ese profesor de Filosofía en la universidad que colabora con la policía, sufre un inesperado giro que consigue que su vida tenga ese revolcón que parecía pedir a gritos. El aspecto interpretativo es excelente y la dirección es confortable, pero reincide demasiado en el plano-contraplano. Teniendo a un equipo actoral tan destacado, llama la atención que, Linklater, no haya querido proponer más tras la cámara.
Se trata de una película de asesinos a sueldo que no matan -no siempre, claro-. El juego de identidades es muy sugerente y combina muy bien con las clases de filosofía que el personaje principal imparte. La mentira y el ser quién no se es para poder a llegar a ser el que realmente se quiere. Todo este juego está muy bien trabajado, si bien, tras la excelente premisa inicial, la misma sea un tanto redundante hasta apostar por un giro que resucita la propuesta haciéndole cobrar momentos de tensión con unos juegos de equívocos muy bien dispuesto. Tampoco conviene olvidar que, aunque la historia parta de una premisa real, Linklater no deja de filmar lo que es una historia de amor, en la que la mentira, puede ser necesaria.
IVÁN CERDÁN BERMÚDEZ
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